Qué sencillo es hacer el soufflé perfecto
El soufflé es un exquisito postre que aparece en los menús de la mayoría de los restaurantes, cafés, cafeterías y pastelerías. Se considera, con razón, una obra maestra de la destreza culinaria. Sin embargo, no todos pueden prepararlo con éxito, incluidos los reposteros profesionales. Se requiere una gran habilidad para lograr un postre con una corteza suave y fina y un relleno delicado y cremoso. Conozcamos el soufflé con más detalle: su historia y los matices de su preparación.
¿Qué es un suflé?
El soufflé es un plato de alta cocina, que en francés significa "lleno de aire". Surgió en la Edad Media, pero no se popularizó hasta mediados del siglo XVIII, tras una receta publicada en un libro de cocina francés por Vincent de la Chapelle. Se le considera el creador de esta obra maestra. La presentación clásica del soufflé consiste en un pastel con bordes ligeramente horneados (para mantener la forma) y un relleno líquido. La base del plato:
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yemas de huevo;
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claras de huevo batidas hasta formar una espuma espesa;
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crema;
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aditivos aromatizantes.
Las bases más comunes incluyen natillas clásicas, bechamel y puré de frutas. Las claras batidas hasta formar una espuma espesa elevan estos ingredientes y airean el plato. Para realzar el sabor y el aroma, se puede añadir vainilla, canela, chocolate, frutos rojos, frutas, etc. Dependiendo del relleno, el suflé puede ser dulce (postre) o sin azúcar (plato principal). Será un acompañamiento perfecto para cualquier almuerzo, cena o incluso desayuno.