POSTRES SOUFFLE PARA TUS CLIENTES FELICES
«Soufflé» en francés significa «lleno de aire» o «esponjoso». Así se llaman los platos dulces y salados que adquieren una textura esponjosa gracias a la clara de huevo batida.
El soufflé se hornea en un molde resistente al calor, generalmente en un ramequín, y se sirve en él. Basta con entender cómo prepararlo para que funcione igual de bien con cualquier receta de soufflé, ya sea un aperitivo o un dulce. Cualquier soufflé consta de una base espesa y aromatizada, y claras de huevo batidas hasta formar una espuma firme. La base es una salsa bechamel espesa enriquecida con yemas o puré de verduras, chocolate o requesón, crema pastelera o puré de frutas. Tanto si se prepara un soufflé de requesón, de carne o de chocolate, la base debe estar algo condimentada: demasiado dulce o salada, picante o salada. Al añadir las claras batidas sin sabor, el sabor se volverá más apetecible.
Para que el molde suba bien en el horno, es importante preparar el ramequín correctamente: engráselo con una capa gruesa de mantequilla blanda y espolvoréelo generosamente con harina, pan rallado seco o azúcar. Llene tres cuartas partes del ramequín. En un molde bien preparado, el suflé quedará recto, alto y uniforme, y sobresaldrá de los bordes del ramequín. El molde se sirve en ramequines de materiales resistentes al calor justo después de sacarlo del horno, hasta que pierda volumen.